Hoy te voy a hablar del tomate Raf. Ya sabes que cualquier cosa relacionada con el tomate me apasiona. Del tomate de Cuenca, que está en agosto en plena producción y que mi abuelo cultivaba como pocos —pena de semilla, que se perdieran…— sé todos los detalles. También aprendí muchas cosas del tomate rosa de Barbastro y de otros que voy probando en cada lugar que voy, porque patatas y tomates de la zona son lo primero que entra en mi maletero de vuelta a casa.
Pero del tomate Raf muy poco sabía, y tampoco si lo que yo compraba por Raf lo era de verdad. Juan Pablo y su mujer, amigos de hace tiempo, saben de mi pasión de siempre, y son ellos los que me enseñan cosas de este productazo. No te pierdas sus visitas a los invernaderos que publican en su Instagram @tomateraf y su Stories: son verdaderamente interesantes.
El otro día le pedí a Juan Pablo que me contara por qué es tan caro este tomate.
Una planta de tomate normal tiene un rendimiento de unos 20 kilos por temporada; una de tomate Raf, sólo 5 kilos por metro cuadrado de media. En Almería hay unas 30.000 hectáreas de invernaderos, de ellas 12.000 son de tomate, y de estas, 500 son de Raf. Esto supone un 1,7% del total y un 4% del tomate.
Es una planta con raíces muy débiles y sensibles y su cultivo sólo lo realizan agricultores muy expertos. Este tomate tiene un sabor exquisito y un crujiente en su piel que le distingue de otras variedades.
Y la verdad es que en pleno invierno, cuando los tomates no saben a nada, es un placer poder comer este producto. Y como tienen un buen tamaño, con uno tengo suficiente para una buena ensalada.
Me contó que podemos ver en las fruterías tomate Rad, Raaf o Raff, a menor precio y que puede que estén ricos, pero hablamos de otra cosa. Y es que cada vez hay más variedades de este tipo de tomate, que aparentemente dan la forma, pero no el sabor. También puede ser que sea Raf auténtico, pero sea una liquidación de lo rechazado en las subastas. Es habitual encontrártelo en puestos ambulantes en la zona de producción.
Me resulta también muy curioso el proceso de maduración en este tomate, de dentro hacia afuera, al contrario que el tomate habitual. El color verde exterior va cambiando y cuando veas que aparecen puntos o vetas rojizas es que está ideal para consumir. A partir de ese momento no varía mucho el sabor —sigue estando muy rico—, pero pierde su textura. Mientras estoy escribiendo esto se me hace la boca agua… Este gráfico te ayudará a identificar el mejor momento:
El frío de la nevera ayuda a ralentizar la maduración, pero el mejor consejo es que pidas la cantidad que vas a consumir sin excederte, o calcules bien si quieres regalar algunos kilos.
Este tomate se come en gajos, dándole un primer corte vertical y a partir de él comenzando a cortarlo siguiendo los propios surcos del tomate. En mi foto lo ves cortado transversalmente para que veas mejor su aspecto interior.
¡Ya queda poco te temporada de esta variedad de tomate! A primeros de mayo, el producto es más pequeño, madurado en planta y con un sabor riquísimo. Si te apetece disfrutarlo aquí tienes más información sobre este producto.
Su
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
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