Si te gusta el coco es necesario que tengas en tu recetario de macarons estos que te traigo hoy de coco. Es más ¿no te has atrevido todavía con estos dulces tan caprichosetes? ¡Pero cómo es posible! Si yo te cuento todo paso a paso, los errores más comunes y cómo solucionarlos, y tengo a tu disposición un montón de recetas dulces y saladas. Además, están deliciosos. Si un macaron te deja indiferente es porque no está bien hecho. Me falta un vídeo, lo sé, y ya llegará, muchos me lo comentastéis como necesario en los macarons de café.
110 g de almendra en polvo
225 g de azúcar glas
125 g de clara de huevo
50 g de azúcar normal
Un poco de coco rallado
100 g de leche de coco
1 huevo
20 g de azúcar —opcional—
10 g de Maicena
100 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada de coco en polvo
1 cucharadita de café de pasta de avellana
75 g de chocolate negro
Unos barquillos
1. Cortar un trozo de papel de hornear del tamaño de la plantilla, ponerlo sobre ésta, y sujetar ambos entre sí —por ejemplo, con clips—. Poner la plantilla y el papel del hornear en un sitio del que no lo tengamos que mover durante el tiempo de secado de los macarons, pero sobre el que trabajemos bien, por ejemplo, una mesa de cocina.
1. Triturar con un robot la almendra en polvo y el azúcar glas durante 30 segundos a velocidad máxima hasta obtener un polvo muy fino.
2. Tamizar la mezcla.
3. Poner las claras (leer en ingredientes cómo tienen que ser las claras) en el cuenco que vayamos a usar. Batirlas durante 2 minutos a mínima potencia. Pasado este tiempo batirlas a máxima potencia hasta que estén muy firmes. Añadir casi al final del proceso los 50 gramos de azúcar normal. El merengue se tiene que quedar como si fuese espuma de afeitar.
1. Echar la mezcla de almendra y azúcar de una sola vez sobre las claras a punto de nieve.
2. Coger el cuenco con un brazo. Con la lengua de silicona ir mezclando con movimientos envolventes y circulares amplios, y de vez en cuando metiendo la lengua en la base del cuenco. Terminar de mezclar unos segundos de una manera un poco más enérgica, pero sin pasarse: es preferible quedarte corto y que la masa esté un poco granulada las primeras veces a que esté muy líquida.
3. La masa será lisa, brillante, pero NO líquida.
1. Preparar una manga pastelera y la boquilla de 6 mm. Cortar la punta de la manga pastelera y meter la boquilla a fondo. Retorcer la bolsa unos dos giros completos y empujar con el dedo la parte retorcida de la manga un poco arrugada dentro de la boquilla. Esto actúa de estrangulamiento que evita que salga la masa conforme llenas la manga.
2. LLenar la manga pastelera.
3. Poniendo horizontal la manga, cerrarla retorciéndola, y comprimir un poco para que se quite el estrangulamiento que habías hecho para que no se saliese la masa. Poner la boquilla hacia arriba para que no se te caiga nada de masa hasta que estés preparado.
1. Poner la manga pastelera en posición vertical —esto es muy importante— encima del papel de hornear. Hacer montoncitos con la masa sobre cada círculo de la plantilla. Para terminar de hacer un montón y pasar al siguiente tenemos que hacer un pequeño giro con la muñeca y levantar ligeramente la manga: esto corta la masa.
2. Si sólo tienes una plantilla, cuando se llene parar el proceso, quitar con cuidado la plantilla y colocársela al siguiente papel de hornear. Pasar el papel con los macarons ya formados con sumo cuidado a la bandeja en la que los vayamos a hornear.
3. Hay que golpear dos o tres veces la bandeja sobre la mesa de trabajo, con firmeza pero sin pasarse.
4. Espolvorear un poco de coco rallado por encima de cada macaron.
1. Dejar reposar hasta que se forme una ligera costra, de manera que toques suavemente la superficie del macaron y la notes seca y no se te pegue en el dedo. Este paso es importante para formar un buen pie. El tiempo puede ir desde media hora hasta hora y media o más, dependiendo del frío y de la humedad que tengas en casa.
1. Antes de que termine el proceso de secado precalentar el horno a 150º, calor arriba y abajo, sin aire.
2. Cuando esté listo, hornear a esa temperatura, en la parte media del horno, durante 13 minutos.
¡Ojo! En este punto cada uno tendrá que ensayar tiempos con su propio horno. Puedes intentar despegar uno y se te queda la base pegada al papel, necesitan 1 o 2 minutos más, pero no te vayas a emocionar porque tampoco se te pueden quedar muy secos. Además, los colores claros son más delicados: si te pasas de horno tienden a tostarse y perder su bonito color.
3. Sacar del horno, dejar enfriar, y despegar.
1. Preparar el relleno como explico a continuación.
2. Colocar las conchas en fila haciendo parejas con las de tamaño más similar. Las que vamos a rellenar con el pie hacia arriba y sus parejas con el pie hacia abajo.
3. Proceder a colocar los dos rellenos, y cubrir en seguida y con cuidado con la concha de arriba. Apretar ligeramente.
Antes de rellenar los macarons es conveniente, aunque no obligatorio, que estén secando por lo menos un día. Si están demasiado recientes, se pueden pegar un poco en los dientes y el paladar, por eso es importante el secado.
1. Poner la leche al fuego.
2. Batir en un cuenco el huevo y el azúcar con una máquina de varillas durante 5 minutos.
3. Añadir la Maicena, y mezclar bien.
4. Verter esta mezcla en el cazo cuando la leche esté muy caliente. Ir dando vueltas con unas varillas hasta conseguir una crema espesa.
5. Quitar del fuego y dejar enfriar a temperatura ambiente, tapando la superficie de la crema con un plástico transparente tocando la superficie.
6. Una vez la crema esté a temperatura ambiente, batir la mantequilla durante unos minutos e incorporarla a la crema poco a poco sin dejar de batir.
7. Por último añadir la cucharada de coco rallado y remover.
8. Llenar una manga pastelera con boquilla redonda de 6 mm y rellenar la parte del macaron que va más al borde.
1. Poner en un cuenco el chocolate troceado y meterlo un par de minutos en el microondas hasta que se funda, vigilándolo cada 30 segundos para que no se queme.
2. Cuando esté fundido añadir una cucharada de pasta de avellana. Mezclar.
3. Añadir los barquillos troceados. Remover la mezcla.
4. Poner en la parte central del macaron, en el interior del relleno de coco.
5. Tapar cada concha con su pareja y apretar ligeramente para que se peguen bien, y todo por igual.
Ojo al tema del horneado, son delicados, y al no llevar colorante tienes que vigilar tu horno. No son blanco nuclear, pero que tampoco se te tuesten demasiado. Esto se consigue haciendo y analizando las pruebas.
Su
Receta: École Alain Ducasse
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Cada vez que leo tus macarrons me digo “tengo que hacerlos” casi me se las recetas de memòria, hasta guardo unas claras de huevo por si me da la vena. Pero es que te salen tan guapos¡¡¡¡ que no veo los mios, Su un beso
Mi objetivo pendiente… me chifla el coco y tengo muchas ganas de hacerlos! Esa crema suena genial! Tomo nota!
Hola, hace tiempo que quiero hacer estos macarons, pero hasta ahora no había podido conseguir la leche de coco para el relleno. Al leer la receta no he podido encontrar dónde has incorporado el coco rallado (me refiero en el macaron, no en la crema), supongo que lo habrás añadido a la almendra y el azúcar y lo habrás molido todo junto, no? Gracias de antemano y enhorabuena, este blog es genial, soy muy fiel a él, y como tú dices, es verdad, las recetas siempre salen.
Hola María: lo tengo puesto en la 5 parte en el punto 4
Un abrazo!