Hoy, un bizcochazo de esos que repito una y mil veces, sobre todo cuando tengo que regalar uno y no sé muy bien los gustos de la persona a la que regalo, y es que con este bundt cake de limón sé que acierto siempre, sí o sí. No te eche para atrás no tener este molde tan maravilloso: puedes hacerlo con cualquier otro. Si es redondo, que al menos tenga 24 cm de diámetro.
Bundt cake de limón para amasadora
Bizcochos, magdalenas y galletas
- 220 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 g de azúcar normal
- 1 pizca de sal
- 5 huevos L
- El zumo de medio limón
- La ralladura de dos limones
- 125 mL de yogur de limón
- 350 g de harina normal
- 16 g de levadura de repostería o impulsor químico
- Azúcar glas para espolvorear
Preparación
Precalienta el horno a 160ºC, calor arriba y abajo.
Monta el accesorio varillas. Pon la mantequilla y el azúcar en el cuenco de la amasadora y bate a velocidad media durante 5 minutos. En este tiempo la masa blanquea y aumenta su volumen.
Sin dejar de batir incorpora la sal y los huevos de uno en uno —lee los consejos—.
Agrega el zumo y la ralladura de limón —lee los consejos—.
Añade el yogur y bate 5 minutos a velocidad media.
Cambia al accesorio pala. Tamiza la harina y la levadura e incorpóralas a la masa. Bate durante 2 minutos. Termina de integrar con una espátula.
Unta el molde con mantequilla o con un spray desmoldante. Si vas a usar mantequilla, derrítela unos segundos en el microondas y extiéndela por el molde con la ayuda de un pincel —ten un poco paciencia para que le llegue a todas las aristas—, y espolvorea harina por encima con la ayuda de un colador.
Vierte la masa en él. Da un par de golpes al molde contra la encimera.
Hornea unos 60 minutos a 160ºC, siempre calor arriba y abajo. Pasado este tiempo, pincha con una brocheta y comprueba que sale seca.
Saca a una rejilla y deja enfriar 10 minutos. Desmolda poniendo la rejilla boca abajo sobre del molde y dando la vuelta de nuevo a los dos a la vez.
Una vez frío y con la ayuda de un colador espolvorea azúcar glas por encima. ¡Ojo! No desde el bote, sino con un colador, que si no queda muy chapas. Sabes que siempre me gusta recordarlo por si tienes la tentación de tirar del dispensador del bote.
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