Cómo calentar la comida
Hoy no os traigo una receta, ni una entrada sobre ecología y futuro. Hoy el tema es el sino del blogger culinario: cómo calentar la comida. Este un tema que nos une a muchos de los que compartimos recetas en Internet, y que ofrecemos nuestro trabajo, no de cocina de diseño ni de estudio de fotografía, sino de cocinas caseras y con una familia detrás esperando a que acabe la foto para dar cumplida cuenta del plato en cuestión. Me refiero al arte de recalentar, que, al igual que el arte de aprovechar las sobras, yo tanto valoro.
Cómo calentar la comida
En este tema tengo obligada experiencia en dos asuntos
- Calentamiento próximo
- Calentamiento a largo plazo
Calentamiento próximo
El calentamiento próximo, es el necesario en fin de semana, cuando hay una receta que estoy preparando para mostraros, y mi fotógrafo, del que ya sabéis sus habilidades, es seguro, pero lento. Y es que, para que una foto de comida resulte sugerente es muy importante la luz, eso condiciona casi todo. Después de tener pensado el estilismo, vienen las frases mágicas: “A mí no me convence”, “Cambia el plato”, “Hay poca luz” o “No me gusta como queda”. Pocas veces—¿ninguna?— he oído a la primera: “¡Divino, marchando lo siguiente!”. En el ínterin, la comida en cuestión se ha enfriado. Ya os dije hace poco que jamás habíamos comido tan recalentado como desde que existe webos-fritos.
Calentamiento a largo plazo
El segundo tipo de calentamiento, a largo plazo, viene dado por mi condición de trabajadora fuera de casa. Yo cocino cada tarde la comida del día siguiente, y he conseguido con el tiempo y unos pocos trucos que la comida no parezca recalentada.
Los mejores trucos
Los trucos que os voy a comentar son muy básicos, seguro que todos a los que os gusta la cocina los conocéis de sobra, pero siempre pueden ayudar a esas almas descarriadas que sólo abren botes y no calientan tupper caseros. No podría deciros lo que una servidora ha tupereado en la vida… Mis recipientes se saben de memoria el camino Cuenca—Guadalajara y vuelta. Mi madre siempre tiene a bien guardarme alguna cosilla de las exquisiteces que hace.
El calentamiento próximo, motivado por la espera de la foto, es muy fácil de realizar, ya que si es guiso, con un calentón en el microondas es suficiente, si es de horno, se vuelve a meter unos minutos, y si es de sartén, se le da una vuelta de nuevo.
Cuando hay un día de por medio el tema se vuelve más peliagudo, y es el objeto del post de hoy. Tan importante es una correcta conservación como el recalentamiento posterior.
Consejos para una buena conservación de alimentos
- Para conservar la comida es preferible utilizar recipientes de cristal con tapa, de tal manera que no se mezclen olores. Estos tupper se taparán y meterán en el frigorífico cuando se hayan enfriado. Si no es posible, utilizaremos bolsas de plástico aptas para conservación, o recipientes de plástico rigído o papel de alumino.
- Se abrirá el frigorifico lo menos posible —mientras se pueda. En las casas donde hay cantidad de personal, este punto es de difícil cumplimiento—.
- Se cumplirá el criterio de tu frigorífico —sí, sí, estos electrodomésticos tienen criterio— respecto al orden para guardar los alimentos: abajo lo más delicado y hacia arriba lo menos perecedero.
Consejos para una correcta congelación
- Las verduras se congelan tras escaldarlas unos segundos. Con este proceso se eliminan bacterias y se interrumpe el deterioro.
- Las legumbres y purés no se dejarán ni muy espesas ni demasiado ligeras, ya que cogen cuerpo al enfriar, pero al descongelar sueltan agua.
- Si vamos a congelar pan, acortaremos su tiempo de horneado, lo dejaremos enfriar, y lo meteremos al congelador en un bolsa hermética. No debe coger ningún olor. Con la bollería seguiremos el mismo proceso. En este caso se podrá hornear hasta el final. La bollería casera, al descongelarse, está como si fuera recién horneada.
- La pasta y las patatas son de imposible congelación: pierden textura.
- Los pescados se congelaran limpios y secos.
- En cualquier caso, para las personas que utilizamos mucho el congelador, recomiendo tener todo colocado, y etiquetado. Si los alimentos son de buena calidad y congelamos, descongelamos y calentamos o cocinamos correctamente, el resultado es estupendo.
Consejos para una correcta descongelación
- Es mejor no descongelar a temperatura ambiente, sobre todo en verano. Es mejor dejarlo unas horas en el frigorífico antes de sacar.
- No se puede volver a congelar después de cocinar un alimento que hemos descongelado.
- Una vez descongelado, cocinarlo a la mayor brevedad.
Consejos para recalentar
- Sólo recalentar la porción que vayamos a comer. El calentamiento del recalentamiento no es aconsejable.
- El alimento tiene que coger una temperatura importante para garantizar su correcto consumo.
- El HORNO MICROONDAS para esta labor es insustituible, pero ¡ojo! no es la panacea, ni es la mejor de las opciones, pero a mí me soluciona mucho, teniendo en cuenta lo siguiente:
Ojo, cuidao
- Cuidado con la potencia y el tiempo, es preferible quedarnos cortos, a que
los alimentos se queden muy resecos. - Ayudaremos al microondas a repartir bien el calor dándole vueltas en la
mitad del proceso, cuidadosamente, para no romper la comida de la que se
trate.
- Nunca calentar la comida con plástico transparente encima, la comida tiene
que tener su espacio para que se venga arriba. Siempre es conveniente poner una
tapa apta para el microondas un poco holgada. - Especialmente recomendable para calentar sopas, guisos, purés, legumbre,
platos de cuchara en general. Calentar mejor en cristal o loza apta para el
microondas. - La comida recalentada por este sistema se enfría más rápido, pero es lo que
hay. Tampoco nos podemos pasar de tiempo de calentado, porque se reseca mucho la
comida en cuestión. - Para recalentar platos sin salsa, pulverizar un poco de
agua, o si lo tenemos, caldo de carne o pescado, según proceda, remover
cuidadosamente y calentar.
- Si es pasta lo que calentamos, añadir un poco más de nata o
salsa de tomate, según qué receta, para que quede jugoso. - Cuidado especial con los huevos, y el pescado: se resecan enseguida.
- La carne en salsa calienta de maravilla. Si es algo que
hemos cocinado a la brasa o la plancha, como
lo recalentemos en el microondas, obtendremos una alpargata. - Si calentamos una crema o puré que hemos
hecho la víspera, es preferible batirlo ligeramente con unas varillas antes de
introducir el recipiente en el microondas, ya que la capa que está en contacto
con el aire se suele quedar más espesa. Repetir la operación hacía la mitad del
tiempo de calentamiento. - Si queremos recalentar una tortilla de patata, estará
bastante aceptable si la hemos dejado poco hecha. Aún así, solo debemos
templarla en el microondas, si no, el huevo se endurece mucho y el resultado es
un ladrillo de patatas.
Si tenemos que recalentar algún trozo de pan o algún bollito, el tiempo será de unos
segundos, y lo haremos envuelto en papel de cocina.
- El HORNO CONVENCIONAL es importantísimo, ya que podemos recalentar alimentos sin que se pongan blandos, cosa que con el microondas a veces no se consigue. Se trata de dar un golpe de calor fuerte, remover y meter de nuevo unos minutos. Si nos pasamos en el tiempo el alimento se puede resecar.
- El último artefacto que utilizo yo, y que me parece comodísimo para calentar un trozo de pan o un bollo sin tener que poner el horno, es mi TOSTADORA. No es la habitual, de ranuras, que sólo admite rebanadas, sino que tiene una pared central con las resistencias, con un fleje a cada lado que retiene el alimento contra dicha pared. La ventaja que presenta es que el grosor del alimento a calentar puede ser bastante mayor que una rebanada de pan.Para terminar os pongo un resumen de algunas de mis recetas, cómo toleran el recalentamiento y cuál electrodoméstico utilizo para esta función.
Se despide de vosotros, con cariño,
Taperqueen.