Menú semanal de webos fritos
En esta sección de webos fritos encontrarás cada semana mis propuestas para tu menú semanal. No se trata de recetas para hacer al pie de la letra, así como tampoco lo son para necesidades especiales o para dietas en las que necesites un nutricionista. Son más bien ideas inspiradoras para que entre tus recetas habituales y las mías saquemos adelante la semana.
Menú para la semana actual
Para mí la semana empieza el jueves: publico y envío el menú semanal para programar las comidas de la semana siguiente y por tanto organizar la compra del fin semana, que puedes hacer entre la tarde del viernes y la mañana del sábado.
Semana 48: Del 25 de noviembre al 1 de diciembre
Menús para todo el año
Y a continuación te dejo con muchas recetas, ordenadas por semanas y por estaciones. Si te ayudan en el día a día, seré muy feliz.
Invierno
Primavera
Verano
Otoño
Pero el menú semanal de webos fritos no es una colección de recetas organizadas por días. Hay muchos factores que intervienen en el proceso de organizar la semana. Te las cuento todas.
El menú semanal
La compra
En el proceso de elaboración de tu menú semanal todo empieza con una buena compra. A mí me ha costado unos años conseguirlo. Visualízate por un momento, un poco más tranquilo, en el supermercado o en el mercado. Compra con mimo y con cabeza, buscando ofertas de temporada, llevando pensadas tus comidas y cenas. Así evitarás el estrés de última hora y el consabido ‘que no sabes qué poner’, disfrutando dentro de lo que se pueda.
Otro momento muy importante es la organización de la compra una vez que llegas a casa. Clasifica bien los productos:
- Si traes algo congelado mételo enseguida al congelador.
- Mira la fruta, y analiza la que tiene que madurar algo más para ponerla fuera y pasar el resto al frigorífico si es necesario.
- También tienes que poner delante lo que te quede más antiguo para gastarlo cuanto antes.
En definitiva, dedica a cada alimento la importancia que le corresponde.
Una vez que tengas la compra hecha, y todo colocado, tu estancia en cocina empieza de otra manera.
La despensa
Es importante en este tema el tener una buena despensa de alimentos no perecederos, que te ayudarán a tener los ingredientes básicos disponibles. Si tienes una despensa muy reducida al final las recetas que puedes hacer, por mucha imaginación que le eches, son pocas. Y fíjate bien que digo una despensa variada, que no necesariamente tiene que ser cara.
Elección
Elige lo que mejor te venga: mercado de tu barrio, o un buen supermercado, pero sin descuidar a la tienda de barrio pequeña de toda la vida, que igual tiene algún producto que te interesa. Si vives en una ciudad pequeña es más fácil poder comprar en un mercado y complementar en otro tipo de establecimientos. Si vives en ciudades más grandes tendrás que valorar dónde comprar. Eso sí, te aconsejo que aunque sea en supermercado, busca uno donde no estén todos los productos frescos ya envasados en bandejas: es bueno poder elegir productos no envasados.
Un menú semanal versatil
No tengas un menú semanal cerrado. Tienes que tener un poco de manga ancha para cambiar de receta si en el mercado te encuentras una oferta de algo más interesante. Deja que te aconsejen los profesionales que están detrás de un mostrador. No hay peor cosa que empeñarse en hacer una receta a toda costa cuando en el mercado no encuentras el ingrediente principal.
Presupuesto
Ten también un presupuesto de lo que te puedes gastar en comida. Esto te ahorrará caprichos innecesarios, aunque de vez en cuando ¡permítete alguno! Una de las entradas más vistas es en la que hablo de este tema. En esa entrada explico qué es el método webos de organización económica.
Motivos
Además hay dos motivos que te quiero recordar que a mí me ayudan mucho, y que son el tema salud y el económico. Si te molestas en saber lo que compras, cómo lo cocinas, y planeas un menú semanal saludable, no hay duda de que objetivamente estarás comiendo mejor. No hay más que leer en la etiqueta de cualquier producto precocinado la lista de conservantes.
Y el tema económico es obvio. No es lo mismo comprar productos de temporada en el mercado y buscar buenas ofertas en los supermercados que llenar tu lista de la compra de productos precocinados.
Las sobras
Planea un menú semanal variado dentro de tus posibilidades y del gusto de tu familia y, por supuesto, del tuyo propio. Recuerda una cosa importantísima: #AquiNoSeTiraNada. Recicla las sobras: lee esta entrada, que te puede ayudar. Pero sobre todo pon raciones moderadas: de esta manera las sobras se reducirán al mínimo.
La organización
Realmente para mí cocinar no supone más esfuerzo que el de la organización. Me gusta mucho comer bien, y mi estancia en la cocina me relaja mentalmente a la vez que me cansa físicamente. Y eso supone el contrapunto a mi trabajo, que ya bastante le doy a la neurona, y sentada en la mesa de mi oficina. Tengo poco tiempo libre, así que me he tenido que trabajar bastante el hecho de ir a comprar un poco más despacio, saboreando el momento, y no enloquecida, metiendo en el carro las cosas deprisa, deprisa, que no llego…. No creas, que me ha costado lo mío.
El túper
Y si tus menús semanales pasan por comer en la oficina, echa un vistazo a mi sección túper. Encontrarás muchas propuestas para cuando tienes que comer fuera de casa.
Resumen
No hay día que deje de comentar en mis redes sociales que “comer hay que comer, y mejor bien que mal”. Así que ya sabes que soy de la opinión de que todo el tiempo dedicado a tu menú semanal te facilitará el día a día, sobre todo si trabajas fuera de casa.
También te vendrá muy bien tener parte de los procesos adelantados: una verdura cocida, un sofrito adelantado, un relleno que te guste para una empanada o un pan relleno.
Su